Uno de los principales usos que tuvieron los perfumes fue en los cultos diarios de los templos. La naturaleza de los aromas, su sutileza, su volatilidad, parece que los convierte en el vehículo adecuado para entrar en contacto con lo divino Se decía que el perfume era de ¿origen divino - salía de los huesos de los dioses y de sus ojos¿ y se los asociaba al ojo de Horus. Así, cuando el sacerdote mojaba el dedo meñique en el ungüento y ungía la estatua del dios, Thot le devolvía el ojo sano. Hay muchas inscripciones que nos muestran la importancia que dieron al incienso en el culto, como por ejemplo esta:
El perfume está sobre ti
El aroma del ojo de Horus está sobre ti
El perfume de la diosa Nejbet
Que llega desde Nejeb
Te limpia, te adorna
Se hace sitio entre tus manos
Saludos oh incienso
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